LA MOTO CITRÖEN, LA MBA "CRIOLLA"
En la edición Nº 196, de la revista INFORMOTO de febrero ’89, se publico una
nota sobre esta moto que podría haber sido una realidad, en un proceso
industrial en serie en los años '70 cuando se concibió. Hoy sería inviable o
por lo menos hubiese requerido una inversión muy grande de acuerdo a los
parámetros de fabricación de hoy día. Pensemos que en los '70 no existían los
robots, era mucha mano de obra e igual se podía ser competitivo.
La primera nota sobre esta moto se publicó en la vieja revista Corsa, el Ing.
Guillermo Yur que fue partícipe del proyecto. "Fue un prototipo, que
aunque pensado para una pequeña producción seriada quedó en eso porque la época
de su construcción coincidió con la apertura de mercado e invasión de
japonesas, con lo cual quedó en suficiente medida descolocada pese a sus 160
km/hora.
Fue, en todo caso, un enorme esfuerzo personal de Gabriel Viudes y
posteriormente de Pérez Guimil, gente de la zona de La Plata con mucho sentido
técnico.
En su versión final, se rediseñó la caja de cuatro velocidades a selector de
pie, se convirtió la acción del embrague a manual, se diseñaron nuevas tapas de
válvulas, se derivó una transmisión cardanica con piñón y corona de R 12, se
construyó un chasis que contemplaba todas las características inusuales del
motor y especialmente de la transmisión, y Guillermo Yur colaboró con
suspensiones (fabricó especialmente una robusta horquilla de largo recorrido y
barrales de 41 mm.) y carburación (se usaron dos Yur concéntricos de 25
mm.).Además -y fundamental se consiguió la aprobación francesa para el uso del
motor 3 CV en aplicación motociclística, asunto que se logró tras un examen
práctico intensivo monitoreado por un ingeniero de Citröen con variedad de
instrumental, sobre asfalto y a campo traviesa. Esa aprobación fue única en el
mundo...
Finalmente, matrices, moldes y dispositivos fueron a la basura, y una ilusión
que llevó mucho tiempo y dinero se evaporó."
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