El Raid de los hermanos Stoessel en 1928
Una travesía difícil de repetir
* Los hermanos Adán y Andrés Stoessel adquirieron en 1928 un vehículo Chevrolet de serie, de cuatro cilindros, con motor de 40 hp, con el fin de realizar un viaje que uniera Arroyo Corto con Nueva York. Con ellos viajó el mecánico Humerto Tontini.
* El viaje se inició el 15 de abril de 1928. Nada menos que cuatro días más tarde se produjo la partida oficial desde Buenos Aires.
* Después de recorrer todo el continente americano, el arribo a Nueva York se produjo el 23 de abril de 1930, donde Adán y Andrés fueron recibidos como héroes por parte el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Robert Curtiss.
* El 6 de mayo, después de dejar el vehículo en el museo de la firma General Motors en Detroit, los Stoessel retornaron a la Argentina. El 19 de junio de 1930 se produjo la recepción oficial en Pigüé.
* Ese viaje se constituyó en el raid automovilístico más importante a lo largo del continente americano, sin cambiar de vehículo: en total, los Stoessel recorrieron 32.500 kilómetros desde Arroyo Corto hasta New York.
* Utilizaron durante el recorrido unos 6 mil galones de gasoil, 43 ruedas y varios repuestos que llevaban consigo, además de documentos y mapas que en muchos casos fueron de poca utilidad, ya que no había rutas (tal fue así, que la experiencia fue aprovechada para dibujar los primeros trazos del proyecto que derivó en la ruta panamericana que une todo el continente americano).
* Los viajeros llevaban consigo, además del equipaje, un libro de ruta donde se asentaron detalles de cada localidad en donde se detuvieron, con fecha, sello y firma de la autoridad competente de cada sitio visitado. En ese libro también se pueden apreciar algunos poemas y frases de alcaldes y comisarios.
* Otra característica única del viaje es que fue filmado por los propios protagonistas, quienes adquirieron una filmadora con ese fin. Esa cámara les fue robada en México, por lo que perdieron una parte pequeña de la filmación, pero la General Motors filmó el arribo de los aventureros y quedó un formidable testimonio de la aventura.
* Hace unos años, por iniciativa de la Secretaria de cultura municipal de Saavedra-Pigüé, se editaron aquellas viejas cintas, las que fueron digitalizadas y pasadas a video. Luego se les adosó música --la película era muda, obviamente-- y frases del libro que los hermanos Stoessel escribieron a su retorno, en el que contaron vivencias del viaje.
Datos extraídos del diario La Nueva, de Bahía Blanca
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