NESTE HECHO ES CONOCIDO por muy pocos seguramente…
«Mi padre construyó el único
monoplaza con 6 ruedas del que se tenga conocimiento en Argentina y resto del
mundo, a parte de los de Fórmula 1… Y no confundir, por ejemplo, con los
monoplazas con «duales», que por otro lado, mi padre, también compitió todo un
año, en la Formula 6 Entrerriana con un monoplaza con duales…
Pero a lo que me refería antes, es a
los llamados «6 ruedas», pero que tengas 6 no por tener duales, ni otras cosas…
Si no que 6 ruedas, 2 traseras, y dos ejes delanteros que «que doblaban los dos»
… Y además, que lleguen a competir en un campeonato de carreras, el Tyrrell P34
en F1 y el llamado cariñosamente, «6 ruedas entrerriano» con el cual mi padre
compitió en el campeonato de Fórmula 6 Entrerriana allá por 1978, 1979.
Mirá, no sólo en Fórmula 1 con el
recordado Tyrrel, hubo monoplazas de carrera con 6 ruedas.
Le idea se le empezó a ocurrir a mi
papá, porque él era conocido de Carlos Reutemann (en ese entonces corría en
Brabham). Y cuando el Tyrrell “apareció” en la F1, mi viejo le pidió al Lole
que “por favor tratara de sacarle unas fotos al Tyrrell, cuando lo vea sin “las
carlingas” en los boxes, para que salga el chasis y las suspensiones, etc”. Y
mi padre contaba, que Reutemann le decía “medio en broma, Turco, si me llegan a
ver sacando fotos de otra escudería me echan de la F1.
LAS FOTOS DEL TYRREL QUE SACÓ EL LOLE
Pero un día, el Lole llamó por
teléfono a mi papá y le dijo que vaya hasta su casa en Santa Fe (en la
costanera “al fondo”), que le iba a dar algo, y fuimos. Yo sé que fuí porque
tengo la foto de ese día, tendría 4 añitos jaja!. Bueno, fuímos y el Lole
apareció con la foto del Tyrrell en los boxes y donde se podía, se puede,
porque tengo la foto todavía. Se aprecia el monoplaza con su chasis, etc; y
allí comenzó la aventura de armar un monoplaza con 6 ruedas, y adaptarlo para
correr en la Fórmula 6 Entrerriana, que en aquellos tiempos, “llenaba” todos los
circuitos. Era furor, junto con la Formula 5 Entrerriana, en la Provincia de
Entre Ríos, muchos pilotos de otras provincias, Santa Fe, Buenos Aires,
Córdoba, iban a competir allí.
Otra anécdota muy buena sobre el 6
ruedas que construyó y manejó mi padre fue: En esa época el presidente del
Automóvil Club Argentino, era el Dr. César Carman, y este se enteró de que :
“en un pueblo de Entre Ríos, se estaba armando un auto “copia” del Tyrrell”.
Entonces Carman averiguó, hasta ponerse en contacto con mi papá y le dijo que
quería que «ese monoplaza encabezara el desfile que se haría en al Autódromo de
Buenos Aires, con motivo de la presentación de Mundial de Fútbol Argentina
1978”. A lo que mi padre le respondió que le «agradecía mucho la invitación,
pero que iban muy atrasados con el auto, y no llegaban para la fecha de ese
evento.
Mas adelante, contaba siempre mi papá
riéndose, que Carman le dijo: “No sé cómo va a hacer Cardú, pero quiero a ese
auto encabezando el desfile». Y bueno, fue tan convincente y directo con el
mensaje que mi padre llegó con el chasis. Pero llegaron al Autódromo de Buenos
Aires, sin haber podido poner el motor, y mucho menos arrancarlo. El motor era
un Ika-Jeep 4 cilindros, preparado en aquella época por Oreste Berta. Y allí,
en el autódromo, terminaron de colocarlo y comenzaron a “empujar” el monoplaza,
no había manera de que arrancara… No recuerdo, creo que estaban Gastón Perkins,
dicho sea de paso padrino de la boda de mis padres o el “Cachi” Scarazzini.
Bueno, cuestión que estaban con una de las famosas «Liebres», y enseguida le
ataron una cuerda al monoplaza y lo empezaron a remolcar por la calle de boxes;
ida y vuelta “y nada…”, hasta que se dieron cuenta que con el apuro de colocar
el motor, habían dejado mal puesto o flojo el distribuidor, y esa era la falla.
Lo pusieron en su sitio y arrancó…
Bueno amigos, perdonen por toda esta
historia tan larga, pero lo traté de hacer lo más resumido posible y contar más
o menos lo que me acuerdo, entre alguna lágrima que se me caía, principalmente
porque mi querido padre ya no está entre nosotros físicamente; y porque yo
estoy muy lejos de aquellos amigos. Y muchas cosas y anécdotas las recuerdo
gracias a que “por aquellas épocas”, y todavía se sigue haciendo en las
categorías provinciales, en los zonales, nos juntábamos todos los viernes, o
cualquier día, con las famosas «peñas de amigos», en los talleres a comer
asados antes de cada carrera, o un día fijo a la semana. Y ahí surgían todo
tipo de anécdotas nuevas o sino, se repetían siempre las mismas, porque la
gente lo pedía: “Chee, contame aquella vez que pasó» tal o cual cosa, o «cuando
fuímos a….
Un abrazo a todos los amantes de
cualquier disciplina del deporte motor. A los fierreros, desde España, Nicolás
Cardú. (Nico pa’ los amigos, ja!)».
Publicado en facebook por Nico Cardú.
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