Crónica: El día que murió Ayrton Senna
Ha muerto un piloto en la pista.
Roland Ratzenberger, un austriaco de
31 años de edad, perdió el control de su auto en la curva Villeneuve del
circuito de Imola. El golpe fue brutal y sus consecuencias también.
Era un piloto en su primer año en la
Fórmula Uno gracias a la oportunidad que le dio el equipo Simtek-Ford. Apenas
su tercer Gran Premio. En la zona de pits golpeó con el alerón delantero el
auto de su coequipero David Brabham, pero no le dio importancia, era algo muy
leve.
Salió a las prácticas y a 300
kilómetros por hora, en la difícil vuelta que lleva el nombre del mítico piloto
canadiense que murió en Zolder, no respondió el auto al viraje y se estrelló
contra el muro.
Las autoridades de la pista dijeron
que lo sacaron con vida del monoplaza, pero es difícil creerlo después de ver
el casco roto como un cascarón de huevo, lleno de sangre.
Su cabeza explotó, pero es
evidentemente más conveniente decir que murió en el hospital, porque de haberse
dicho oficialmente que Ratzenberger feneció en la pista se habría tenido que
suspender la carrera del domingo y por lo tanto deberían devolver el importe de
los boleto, afrontar multas y mil problemas.
Desde la muerte de Ricardo Paletti en
unos entrenamientos y la de Gilles Villeneuve en el GP de Bélgica en 1982,
ningún piloto había perdido la vida en un auto de Fórmula Uno.
En ese entonces un joven brasileño de
nombre Ayrton Senna, reinaba con comodidad en la Fórmula Ford 2000 europea.
Hasta dos años después llegaría a la Fórmula Uno.
El 30 de abril de 1994, Senna ya es
tricampeón mundial y forma una dupla infernal con el equipo Williams, que
estrenan patrocinio de los cigarros Rothmans, lo que ahora le da a sus autos un
sobrio color azul con blanco que contrasta con la desigual exposición de
anuncios publicitarios que era la pintura del coche en años pasados.
Senna y Williams, parece una
combinación invencible que estrena la Fórmula Uno, pero no les han ido bien las
cosas en el principio de la temporada. Dos carreras, dos despistes y dos
triunfos para el joven sensación, Michael Schumacher.
"Magic" como le dicen sus
compatriotas paulistas, tiene la pole position, pero ahora también tiene una
preocupación y una congoja que nunca había sentido.
El circuito de Imola parece una pista
de hielo donde los autos se patinan y chocan fuertemente contra los muros, ya
murió un piloto y su paisano Rubens Barrichello, estuvo muy cerca, luego de que
su auto hizo un trompo en el aire y golpeó violentamente una barrera de
llantas, que le salvó la vida.
Para "Rubinho", no fue más
que una nariz fracturada y la imposibilidad de correr.
La cara de Senna al ver en el monitor
de su pit, la muerte de Ratzenberger es algo inédito en esa colección de
músculos faciales normalmente sin expresión. No se presenta a la conferencia de
prensa de los más rápidos del día, pero externa su preocupación por la
seguridad en la serie. El incidente no lo deja dormir tranquilo.
Ha quedado en un segundo término su
malestar por los resultados en el inicio del año, casi ni se acuerda que el
diseño del Williams le incomoda. Sus piernas están oprimidas por la barra de la
dirección, pero Patrick Head lo soluciona quitándole espesor al metal y con un
recorte.
Ya es domingo 1 de mayo, y está al
frente de la parrilla, con la presión de ese niño alemán, que empieza a ser tan
molesto como lo fue Alain Prost. La concentración de Senna es única y la
tensión de Frank Williams desde su silla de ruedas también.
Sale la bandera verde y se da la
arrancada en una atmósfera de la que se puede arrancar un pedazo por su
espesura y densidad. El minuto de silencio previo por el piloto muerto en la
pista tensa aún más el ambiente, pero eso no es nada luego de ver que el
portugués, Pedro Lamy, estrella su Lotus contra el Benetton de JJ Lehto, que no
arranca.
El accidente lanza un par de llantas
contra la tribuna principal que hieren a un espectador de nombre Antonio Maino,
quien tiene que ser llevado de emergencia al hospital con traumatismo craneal.
Antes, Michele Alboreto, no controla
su Minardi en los boxes y atropella a tres mecánicos de Ferrari, que sufren
fracturas. El ambiente es fúnebre y todavía no se ha dado ni una vuelta del
Gran Premio de San Marino en Italia.
Senna domina con exactitud la prueba,
aunque sus espejos están llenos del Benetton de Schumacher, como en el pasado
estuvieron llenos de Prost, de Mansell y de Piquet. Ahora él es el más grande
enemigo a vencer para todos. Su coequipero es un joven caballero inglés, de
nombre Damon Hill, que además de ser consistente, es hijo del fallecido Graham,
campeón de la F1. Nada para preocuparse, el único peligro fuerte es el alemán.
Cada vez se abre más la ventana entre
Senna y Schumi, aunque no lo suficiente como dar como un hecho el triunfo,
sobre todo porque apenas es la sexta vez que pasa frente a la meta el Williams
de Ayrton en el liderato. Faltan todavía 55 rondas de un Gran Premio que todos
quieren que se acabe de una vez.
La primera curva después de la línea
de meta es a la izquierda, se llama Tamburello y el número dos de Senna pasa
primero, pero no da vuelta, se sigue inexplicablemente de frente.
Aunque el brasileño hace el
movimiento hacia la izquierda, no vira el auto. Se rompió la barra de la
dirección, que adelgazó Head para su comodidad.
¡El automóvil Williams de Ayrton
Senna se ha estrellado contra el muro! Llega una decena de bandereros al lugar,
el auto tiene el costado derecho destrozado, la llanta delantera de ese lado
sale volando, así como el alerón delantero.
El impacto ha sido a cerca de 260
kilómetros por hora. Ayrton no se mueve, las imágenes de televisión lo muestran
inerte dentro del cockpit del coche y sólo se alcanza a percibir una especie de
suspiro que lo inclina hacia la derecha del habitáculo.
Los doctores lo sacan de la cabina,
le practican una traqueotomía, está lleno de sangre su casco. Llega un
helicóptero para trasladarlo al Hospital Maggiore. Tiene muerte cerebral, un
soporte de la suspensión del Williams ha entrado por la parte frontal del casco
de Senna. Está desfigurado y el daño es mortal. Se declara oficialmente muerto
al que se considera el más grande piloto de todos los tiempos a las 18:40 horas
(10:40 horas de México). El expiró unos segundos después del momento del
accidente.
Inexplicablemente después de un rato
se reanuda la carrera y la gana Schumacher.
Ha muerto Ayrton Senna en la pista.
FUENTE ESPN